Los tenemos en variedad, pero ambos juegan un papel importante en los componentes de sujeción que usamos. Estas pequeñas piezas están presentes en varios lugares, tanto en herramientas, muebles como también en juguetes. Típicamente se encuentran colocados entre dos tuercas o pernos. Su función es ayudar a mantener estas tuercas y pernos sujetos y prevenir que se aflojen con el tiempo, lo cual puede ser crucial para la seguridad y el funcionamiento.
Arandelas de resorte. Este tipo especial de arandela hace aún más para ayudar. Tienen una carga continua sobre el tornillo o la tuerca para evitar que se afloje. Esta fuerza continua sirve como un "candado" que mantiene el elemento de sujeción ajustado, especialmente bajo fuertes vibraciones o cargas pesadas. Si tienes una bicicleta, es posible que hayas tenido experiencia con las arandelas de resorte que previenen que los tornillos de tus ruedas se suelten al montar en caminos irregulares.
Ahora existen varios tipos de arandelas, y cada una de ellas tiene una forma y propósito diferentes. El tipo de arandela que es más probable que encuentres es – las arandelas planas. Ellas ayudan a distribuir el peso del tornillo o la tuerca sobre un área mayor, lo cual reduce el desgaste causado por el rozamiento. Las arandelas dentadas, que tienen pequeños dientes que se agarran a la superficie y previenen que la arandela gire cuando no debe, son otro tipo. Además, existen las arandelas onduladas, que están diseñadas para flexionar ligeramente cuando se aplica fuerza. Esta flexión ayuda a disipar el impacto y protege a otros componentes del choque.
Seleccionar el Tamaño y Material Correctos para tu Trabajo. A la hora de seleccionar arandelas y arandelas de resorte, asegúrate de elegir el tamaño y material adecuados para tu trabajo en particular. Tamaño de la arandela: El tamaño de la arandela debe corresponderse con el tamaño del tornillo o perno con el que se utilizará. Una arandela demasiado pequeña o demasiado grande no hará bien su trabajo. Por ejemplo, la arandela debe estar hecha del material adecuado dependiendo de la aplicación. Las arandelas de acero inoxidable, por ejemplo, se utilizan frecuentemente en condiciones húmedas o oxidantes porque resisten la oxidación y el daño, lo cual puede ser significativo con el tiempo.
Aunque las arandelas y las arandelas de resorte son cosas muy sencillas, pueden causar grandes problemas si NO se instalan de la manera correcta. Uno de los mayores errores es usar pocas arandelas o colocarlas incorrectamente. Esto puede llevar a una distribución desigual del peso, si algunas brazos, o algunas partes de estos, tienden a desgastarse más rápido y antes, lo que provocará deformaciones, o incluso roturas de piezas. También podemos cometer el error de reutilizar arandelas viejas o dañadas. Reutilizar estas puede hacer que pierdan su efectividad, y pueda ocurrir un fallo antes de lo previsto, lo cual puede ser peligrosamente alarmante.